Mad Devils: Damned-finitive Edition

Mad Devils es un shooter arcade retro cooperativo ambientado en una retorcida Segunda Guerra Mundial. ¿Qué hace un escuadrón de fuerzas especiales aliadas que caza ocultistas nazis cuando son traicionados, asesinados y resucitados como demonios? Su trabajo. LOS HÉROES NUNCA MUEREN, ¡SÓLO SE REDISTRIBUYEN EN EL INFIERNO! En los últimos días de la Segunda Guerra Mundial, una desesperada maquinaria de guerra nazi abraza el ocultismo. El maníaco Mayor Strauss planea abrir las puertas del mismísimo Infierno. Los Diablos Locos son desplegados para desbaratar este desquiciado plan, pero a veces, el heroísmo no es suficiente. Derrotados, perdidos y condenados, los Diablos Locos se reagrupan en el inframundo para una última misión. OCHO GI DEMONICOS, OCHO CONJUNTOS DE PODERES, OCHO CAMINOS A LA VICTORIA Arrojado a un confuso abismo, el retornado sargento Jack Asher explora el infierno para volver a reunir a su escuadrón caído. Aquí, cada miembro del equipo ha sido deformado, retorcido y dotado de poderes demoníacos. Su experto equipo está ahora armado con magias elementales y etéreas. Domínalos todos y termina tu lucha. COMBATE EL FUEGO CON FUEGO INFERNAL Necesitarás algo más que armas para aplastar las ambiciones demoníacas de los nazis. Necesitarás las armas más ctónicas que puedas conseguir y suficiente magia para iluminar el vacío estigio. Recoge cristales demoníacos para potenciar tus armas, desarrollar tus poderes y ganar experiencia a través de la violencia. EL INFIERNO MISMO: MÁS QUE FUEGO Y AZUFRE El inframundo es un lugar extraño y variado. Grandes partes son un páramo en perpetua combustión, otras son retorcidos reflejos del mundo mortal, densas de asfixiante maleza, heladas por sombríos vientos o fortificadas por malditas legiones nazis. NAZIS: VALE LA PENA MATAR DOS VECES PARA ASEGURARSE El infierno ya era bastante malo antes de la Segunda Guerra Mundial. Ahora es una zona de guerra, poblada de muertos vivientes, demonios voraces y una legión de nazis infernales. No entendieron el mensaje cuando murieron la primera vez: es hora de repetir la lección, alto y claro.